$ 6.100,00
Este menú cuenta con tres tipos de proteínas. Contiene carne de pescado, huesos carnosos de pollo, carne magra de pollo, corazón e hígado de res, frutas, verduras y suplementos. Viene dividido en viandas troqueladas de 500gr c/u de comida 100% natural (compra mínima 5 KG). Este menú solo es recomendable como complemento de las demás dietas. Puede brindárselo a su perro no más de 2 veces a la semana.
Para una alimentación equilibrada recomendamos brindarle a tu perro todas las variedades de nuestros alimentos, ¡consulta nuestros otros menús para ofrecer una dieta variada a tu peludo!
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Cantidad | Descuento (%) | Precio con descuento |
5 - 9 | - | $ 6.100,00 |
10 - 19 | 5% | $ 5.795,00 |
20 - 100 | 10% | $ 5.490,00 |
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Tu perro disfrutará de las múltiples ventajas que ofrecen el pescado, el pollo, así como el hígado y corazón de res ylas frutas y vegetales, todos provenientes de fuentes completamente naturales. Cada ingrediente utilizado en esta alimentación es seleccionado y preparado bajo estándares de calidad equivalentes a los destinados para el consumo humano.
El Pescado es clave en nuestra dieta BARF por su alto contenido de ácidos grasos Omega-3, que potencian una piel hidratada y un pelaje lustroso. Ideal para perros con sensibilidad cutánea, estos nutrientes esenciales también combaten la inflamación y promueven una salud cardiovascular óptima. Rico en proteínas de alta calidad, calcio y fósforo, el pescado fortalece los músculos y asegura el desarrollo de huesos y dientes robustos, mientras que las vitaminas B, especialmente la B12, dinamizan el metabolismo y la salud del sistema nervioso.
Los Huesos Carnosos de Pollo, ricos en calcio y fósforo, son fundamentales para el desarrollo de una estructura ósea fuerte y dientes resistentes en tu perro. Esta fuente natural de minerales, junto con el cartílago y tejido conectivo, favorece un tránsito intestinal saludable, actuando como prebióticos. Además, la carne adyacente aporta proteínas de alta calidad y grasas beneficiosas, esenciales para el mantenimiento muscular y una salud general equilibrada.
La Carne de pollo es sinónimo de proteínas de alto valor biológico, cruciales para la salud muscular y la reparación de tejidos. Su bajo contenido graso la convierte en una opción ideal para controlar el peso, favoreciendo perros con tendencia al sobrepeso. Fácil de digerir y rica en vitaminas B y minerales como el fósforo y el selenio, esta carne asegura un metabolismo enérgico y un sistema nervioso saludable, siendo además irresistible para los paladares caninos.
El Hígado de res destaca por su concentración de vitaminas A, D, E, y K, vitales para la vista, el sistema inmune y la coagulación sanguínea. Es especialmente rico en vitaminas B y hierro hemo, fundamentales para la energía, la salud del sistema nervioso y una óptima oxigenación sanguínea. La presencia de coenzima Q10 y zinc refuerza la función cardiovascular y el sistema inmunitario, haciendo del hígado una potencia nutricional para tu perro.
El Corazón de res, rico en proteínas y taurina, es esencial para el mantenimiento muscular y una salud cardiovascular sobresaliente. La coenzima Q10 presente apoya la función del corazón y la energía celular, mientras que el hierro hemo y el zinc promueven una sangre saludable y fortalecen el sistema inmunitario. Con vitaminas B como la B12, niacina y riboflavina, este alimento mejora el metabolismo, el sistema nervioso y la salud de la piel y el pelaje.
La Calabaza es un superalimento en la dieta BARF por su riqueza en fibra, que promueve una digestión regulada y puede ser la clave en la gestión del peso. Su alto contenido de agua y nutrientes como las vitaminas A, C, y E, potasio, y ácidos grasos omega-3, nutre profundamente, asegurando una hidratación adecuada, un pelaje brillante y una salud ocular y inmunológica óptimas.
Las Manzanas, cargadas de vitaminas A y C y antioxidantes, fortalecen el sistema inmunitario y promueven una piel y pelaje saludables. Su fibra y alto contenido de agua regulan el sistema digestivo y proveen hidratación, haciendo de este fruto un ingrediente refrescante y bajo en calorías, perfecto para mantener a tu perro sano y saciado.
El brócoli se destaca en la dieta BARF por ser un superalimento rico en vitaminas C y K, ácido fólico, potasio, selenio, y manganeso, fundamentales para fortalecer el sistema inmune, asegurar una coagulación sanguínea eficiente y mantener los huesos robustos. Gracias a sus poderosos antioxidantes, como el sulforafano y los carotenoides, tu perro disfrutará de una defensa reforzada contra el estrés oxidativo y las enfermedades crónicas. Este vegetal, cargado de fibra, promueve una digestión óptima, facilitando un tránsito intestinal saludable y previniendo el estreñimiento. Además, sus compuestos nutritivos apoyan el bienestar cardiovascular, manteniendo la presión arterial en niveles ideales y reduciendo el riesgo de afecciones cardíacas. El sulforafano, con sus propiedades antiinflamatorias, es especialmente beneficioso para caninos con condiciones inflamatorias, mejorando su calidad de vida.
El aceite de oliva, esencial en nuestra dieta BARF, es una fuente rica de ácidos grasos monoinsaturados, que nutren la piel y otorgan un brillo excepcional al pelaje de tu perro. Este oro líquido combate la sequedad y minimiza la caspa gracias a su contenido en antioxidantes, como la vitamina E, polifenoles y clorofila, protegiendo las células del daño oxidativo y fomentando una salud integral. Beneficiando el corazón canino, regula el colesterol y preserva la salud vascular, previniendo enfermedades cardíacas. Su impacto positivo se extiende al cerebro, especialmente en perros mayores, previniendo trastornos cognitivos y reforzando el sistema inmunológico. Además, estimula el metabolismo y mejora la función digestiva, facilitando la absorción de nutrientes y aliviando el estreñimiento.
La vitamina E, un antioxidante clave en nuestra dieta BARF, es crucial para la protección celular, combatiendo los daños de los radicales libres y previniendo el envejecimiento prematuro. Es vital para mantener la piel y el pelaje de tu perro en condiciones óptimas, aliviando la sequedad o irritación y promoviendo un aspecto saludable y lleno de brillo. Este nutriente potencia las defensas del organismo, mejorando la respuesta inmunitaria ante enfermedades e infecciones. Además, previene la oxidación del colesterol, disminuyendo el riesgo de enfermedades cardiovasculares, y es esencial para una función muscular y nerviosa saludable, ayudando en la prevención y tratamiento de afecciones relacionadas.
20% CARNE DE PESCADO
29% HUESOS CARNOSOS DE POLLO
20% CARNE MAGRA DE POLLO
10% CORAZÓN DE RES
5% HÍGADO DE RES
5% CALABAZA
5% MANZANA
5% BRÓCOLI
1% ACEITE DE OLIVA Y VITAMINA E
Para lograr una transición que no sea tan brusca se suele usar una dieta basada solo en dieta barf de pollo y verduras, ya que esta ayudará a que el estómago de tu mascota se acostumbre a la nueva alimentación. durante este periodo es posible que tu perro tenga heces un poco más húmedas de lo normal. Esto se irá acomodando a medida a que su organismo se acostumbre a la dieta barf. Para lograr una transición de su alimento habitual a una alimentación natural se deben de seguir los siguientes pasos:
En los primero 3 días servir 80% de su alimento balanceado por la mañana y 20% de alimento BARF por la noche.
En los días 4 a 6 servir 60% de su alimento balanceado por la mañana y 40% de alimento BARF por la noche.
En los días 7 a 9 servir 30% de su alimento balanceado por la mañana y 70% de alimento BARF por la noche.
A partir del día 10 se puede servir toda la ración diaria compuesta al 100% de alimento BARF.
El producto congelado ofrece criticidad para el almacenamiento y garantiza la preservación de nutrientes para un consumo rápido tras descongelarlo. El método que se recomendamos siempre es el de descongelar el alimento en la heladera 24 hs. antes para dárselo a tu mascota en optimas condiciones. Comienza descongelando de manera uniforme en el refrigerador para una opción segura y sencilla, aunque más lenta. O sumérgelo en agua fría para un proceso más rápido y suave que el microondas. Si buscas rapidez, opta por la función de descongelación de tu microondas.
Aprovecha el refrigerador para un descongelamiento gradual y uniforme.
¡Recuerda: Aplica este método con al menos 24 horas de antelación antes de consumirlo.
Deja el producto congelado en el refrigerador durante al menos 24 horas.
Supervisa periódicamente su estado de descongelamiento.
Después de las 24 horas, retira el producto del refrigerador.
¡Está listo para ser disfrutado!
La facilidad y la total conservación de las propiedades de los alimentos son las ventajas de este método de descongelamiento. Si no dispones de tiempo suficiente, considera alternativas más rápidas.
Emplea agua fría para descongelar el producto en un lapso de una a tres horas.
Coloca el producto en una bolsa grande resellable, apta para congelador.
Sella la bolsa y elimina el exceso de aire.
Llena un recipiente con agua fría del grifo y sumerge completamente la bolsa.
Permite que el producto se descongele completamente en el agua.
Cada treinta minutos, retira la bolsa del agua y reemplázala con agua fresca y fría.
Una vez finalizado el proceso, retira el producto de la bolsa.
¡Ya está listo para ser disfrutado!
Aprovecha el microondas para una descongelación rápida del producto.
Retira la envoltura superior del producto.
Coloca el producto en el microondas.
Selecciona la función Defrost y establece el peso del producto para determinar el tiempo de descongelación.
Antes de usar la función Defrost, consulta el manual de usuario.
Supervisa la carne periódicamente para evitar que se caliente demasiado (aproximadamente cada minuto).
Al finalizar el proceso de descongelación, retira el producto del microondas.
¡Listo para ser disfrutado!
Este método ofrece la ventaja de rapidez, aunque los bordes del producto pueden descongelarse antes que el centro.